Primeras veces
La Bizkaiko Itzulia, prueba por etapas para ciclistas juveniles, siempre ha tenido caras conocidas en sus carreteras. En el palmarés de la misma aparecen nombres como el de Jonathan Castroviejo, Mikel Landa o Carlos Rodríguez. Este año, además, andaban por allí caras que a más de uno le pueden sonar: Samuel Sánchez, Carlos Sastre, Joseba Beloki... Y allí, entre tanto rostro conocido, o por conocer, pues muchos de estos jóvenes ciclistas serán profesionales más pronto que tarde, aparece un servidor, como si de un protagonista de videojuego se tratase. La primera misión empieza y ni si quiera sabemos cuales son los controles. La tarea por cierto no es precisamente coser y cantar. El speaker habitual en esta carrera había sido años atrás una de las mejores, sino la mejor, voces del ciclismo nacional, Juan Mari Guajardo. Y allí, bien rodeado, en la plaza del pueblo de Balmaseda, arrancan los cuatro días de ciclismo que más he disfrutado desde que conozco esto de las dos ruedas.
Primera etapa y Beloki, hijo, da el primer zarpazo a la carrera acompañado de Mikel Arrasate. Ambos ponen la carrera patas arriba desde 'la fuga de la fuga' y llegan con más de 40" sobre los perseguidores. Segundo día en Markina y aparece un inglés rubio y menudo atacando a 70 kilómetros del final. Con el se lleva a rueda a un compañero de Beloki, el líder. Ni un relevo. En Ispaster se burla del pelotón, en el último puerto se sabe ganador. Potencia pura. Y gana. Y ese maillot amarillo que consigue, ya no lo iba a soltar.
Los tres mejores ciclistas de la clasificación general (Foto: S.C Balmasedana)
Tercer día y el calor sigue apretando. En Sopelana, los ciclistas del Zappi, como si de la banda del mismísimo Thomas Shelby se tratase (nuestro protagonista se llama Thomas también), controlan la carrera a placer. Sprint en repecho, no podía ser de otra forma en Euskadi, y Yago Aguirre, campeón nacional, se abre paso y levanta los brazos después de un poste y otro balón al larguero los dos días previos. Por la tarde cronoescalada. Y como en toda buena historia de ciclismo, un colombiano fue protagonista. Juan Guillermo Martínez, nombre compuesto para nuestro escarabajo, aporrea los pedales entre curva y curva de la subida a La Arboleda. 28" sobre el segundo mejor, Estanislao Calabuig, que se queda a dos segundos del amarillo, tan cerca y tan lejos. Y llega el cuarto y último día y en Balmaseda se da fin a lo que allí había empezado varias jornadas antes con una etapa recortada por el calor (el Gobierno Vasco indicó que todas las pruebas deportivas del día debían terminar antes de las 12 del mediodía). Y por muchos intentos que hubiese, las fuerzas eran las que eran y con el recorrido recortado, la traca final quedó un poco descafeinada. Al final Thomas William Smith fue el ganador de la XXVII edición de la Bizkaiko Itzulia. A 2" termino Calabuig y a 22" Beloki. Markel.
Y entre tanto vatio, tanto kilómetro y tanta chachara en el podium, quedan anécdotas más que curiosas. George Grey, ganador del último parcial, me pidió perdón (y me tomo la libertad de hablar en primera persona porque este es mi blog) por la sorpresa durante la entrevista en el control de firmas previo a la segunda etapa. Cuando le pregunté en mi más que cuestionable inglés, el me respondió en un perfecto castellano y mi cara ese momento fue la misma que la que pintó Edvard Munch, más o menos. Supongo que por eso lo de pedirme perdón. Grey me contó que había vivido en Mallorca (no hagamos chistes fáciles) y de ahí su habilidad con el idioma. También me contó que tanto el como sus compañeros habían disfrutado mucho de la carrera y que estaba deseando volver en 2023. Yo también lo estoy. Hasta entonces, nos vemos en las carreras.
Comentarios
Publicar un comentario
Y tú, ¿qué opinas?